Reparación de parabrisas en Quito

En Quito, el costo de reparar un parabrisas depende del tipo de daño, su tamaño y la ubicación. Por lo general, una reparación de impacto leve (como un piquete pequeño) cuesta entre $35 y $40 más IVA. En casos de trizaduras o grietas lineales, el precio puede superar los $45 e incluso llegar hasta $60 si se requiere trabajo más técnico.

Es importante tener en cuenta que estos valores son estimados y pueden variar entre talleres. Por eso, te recomendamos solicitar un diagnóstico previo, ya que algunos técnicos ofrecen esta evaluación sin costo si se aprueba el servicio.

Conducir con el parabrisas roto o visiblemente dañado en Ecuador es considerado una infracción de tránsito. Según la normativa vigente, la multa corresponde al 30% del salario básico unificado, lo que equivale a $150 si tomamos como referencia el salario de 2024.

Además del valor monetario, esta infracción puede llevar a la retención del vehículo hasta que se repare el daño. También puede impedirte aprobar la revisión técnica vehicular, por lo que te aconsejamos actuar con prontitud antes de recibir una sanción innecesaria.

En general, si se trata de un impacto pequeño o una astilla, la reparación puede realizarse en unos 20 a 30 minutos. Para trizaduras más largas o múltiples daños, puede tardar entre 45 y 60 minutos.

Algunos talleres también ofrecen servicio a domicilio, lo que puede agregar algo de tiempo al traslado, pero resulta muy cómodo para el cliente. Lo ideal es coordinar con anticipación para garantizar atención inmediata y evitar esperas innecesarias.

Sí, en Ecuador es ilegal conducir con el parabrisas dañado, trizado o con visibilidad comprometida.

La normativa exige que todos los vehículos mantengan sus vidrios en condiciones óptimas para garantizar la seguridad del conductor y los pasajeros. Las fisuras pueden afectar la visibilidad y aumentar el riesgo de accidentes.

Además de ser una falta sancionable con multa, también puede impedir que el vehículo apruebe la revisión técnica. Las autoridades están facultadas para retener el vehículo si consideran que representa un riesgo, por lo tanto, es mejor actuar a tiempo.

Aunque un parabrisas con una pequeña fisura puede parecer inofensivo al inicio, no se recomienda dejar pasar el tiempo. Las grietas suelen expandirse por vibraciones del vehículo o cambios bruscos de temperatura. Lo que hoy es un daño leve, mañana puede convertirse en una rotura total.

Desde el punto de vista legal y técnico, lo ideal es reparar el parabrisas en cuanto notes el daño. Postergar la reparación puede generar mayores costos, poner en riesgo tu seguridad y exponerte a multas o sanciones.